El otro día tuve el placer de conocer al Brut, un perro de montaña de los Pirineos. ¿Y que tienen de especial esta raza de perros? Pues bien, a parte de ser un perro que impresiona por su gran tamaño, éste ha sido usado tradicionalmente como perro de protección de los rebaños ovinos y caprinos; y el retorno del lobo, el oso o el lince a la cordillera pirenaica ha creado la necesidad de volver a usarlo como perro de protección.
Pero este tipo de perros no son adiestrados, sino que el instinto de protección está fijado en su genotipo, pero para que la protección del rebaño sea efectiva, se le ha de someter al protocolo de la impronta. Esto quiere decir que desde muy pequeño ha de convivir permanentemente con las cabras u ovejas, creándose así unos lazos afectivos muy fuertes, o dicho de otro modo, el perro se creerá una cabra/oveja más, por lo que reaccionará ante cualquier amenaza potencial para su "familia".
Así, lo podemos encontrar dentro del rebaño o sus alrededores, actuando de forma autónoma sin la intervención de un pastor. Ante cualquier peligro su reacción es ladrar, a la vez que se interpone entre la potencial amenaza y el rebaño. Su tamaño y sus ladridos graves suelen ser suficientes para disuadir a los enemigos, pero, si no es así, puede llegar al enfrentamiento, por lo que si os encontráis un rebaño en la montaña, lo mejor será que paséis de largo sin hacer nada que el perro pueda interpretar como una agresión.
Y aquí os dejo con un par de fotos del Brut, que como veréis, se diferencia del típico montaña de los Pirineos por estar muy "humanizado", aunque sigue haciendo bien su trabajo. (Fotos de @martamarcs)
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