¿Qué tienen que ver las drogas con el medio ambiente? Se preguntará alguno. Pues mucho, ya que en la naturaleza disponemos de una gran cantidad de recursos que posibilitan nuestras actividades diarias, y una de las actividades que más se llevan a cabo en nuestro país (aunque a muchos no les guste, yo incluido) es meterse un buen chute. Tal es así, que en los tres reinos Eukaryotas (excluyendo los protistas) que pueblan los diferentes ecosistemas presentes en nuestro alrededor, Fungi (hongos), Animalia (animales) y Plantae (plantas), existen gran cantidad de especies con efectos estimulantes, deprimentes, narcóticos o alucinógenos.
Y si es así, ¿cómo es que los “adeptos” no hacen uso de ello? La respuesta es muy simple: por desconocimiento. Y es por ello que yo quiero mostrar esta cara oculta que representa la biodiversidad, no por promocionar el uso de estas substancias, sino porque a la hora de hablar y analizar un tema, tienen que tenerse en cuenta todas las vertientes, por muy tabú que pueda resultar y, así, reducir este desconocimiento generalizado (luego cada cual será libre de decidir cómo actuar).

La legislación respecto a los hongos psilocibos es ambigua, ya que tanto su tenencia en ciertas cantidades como su comercialización están prohibidas, pero no hay nada que evite la gente vaya al bosque y se coma algunas setas.
Espero que la montaña no se llene ahora de yonkis, ya que tendré que dejar de hablar de estas cosas tan interesantes xD.