¿Qué tienen que ver las drogas con el medio ambiente? Se preguntará alguno. Pues mucho, ya que en la naturaleza disponemos de una gran cantidad de recursos que posibilitan nuestras actividades diarias, y una de las actividades que más se llevan a cabo en nuestro país (aunque a muchos no les guste, yo incluido) es meterse un buen chute. Tal es así, que en los tres reinos Eukaryotas (excluyendo los protistas) que pueblan los diferentes ecosistemas presentes en nuestro alrededor, Fungi (hongos), Animalia (animales) y Plantae (plantas), existen gran cantidad de especies con efectos estimulantes, deprimentes, narcóticos o alucinógenos.
Y si es así, ¿cómo es que los “adeptos” no hacen uso de ello? La respuesta es muy simple: por desconocimiento. Y es por ello que yo quiero mostrar esta cara oculta que representa la biodiversidad, no por promocionar el uso de estas substancias, sino porque a la hora de hablar y analizar un tema, tienen que tenerse en cuenta todas las vertientes, por muy tabú que pueda resultar y, así, reducir este desconocimiento generalizado (luego cada cual será libre de decidir cómo actuar).
De esta forma, en esta primera entrega os hablaré de una seta llamada Psylocibe merdaria, conocida por algunos como Mongui. Esta seta, como bien podréis imaginar, tiene efectos alucinógenos (se sabe que las variantes americanas de setas del género Psylocybe eran comúnmente utilizadas por los indígenas en sus rituales religiosos ), debido a que contiene psilocina (C12H16N2O), psilocibina (C12H17N2O4P) y baeocistina (C11H15N2O4P) entre otras. P. merdaria, tal y como indica su nombre científico, crece de forma natural (especialmente en los meses de otoño e invierno) sobre excrementos en campos de pastura en fondos de valle, y también en prados alpinos y subalpinos (a partir de los 1800 metros de altura), o en zonas mosaico de prados y matorrales, lugares fácilmente frecuentados por turistas, excursionistas, trabajadores rurales, etc. Ésta, se puede comer, beber como infusión o ser cocinada, teniendo en cuenta que las psylocibes contienen un mayor porcentaje de psilocibina cuando están secas (0.3%) que cuando están frescas (0.04%), provocando efectos ligeramente menos potentes que los del LSD, produciendo una agudización de los sentidos y una estimulación efectiva, facilitando la expresión de los sentimientos, pasando por alucinaciones visuales y auditivas; y una percepción distorsionada de la realidad, el tiempo y el espacio, incluyendo ataques de pánico (aunque todo ello dependerá del estado de ánimo de la persona). A nivel físico, los efectos pasan por un aumento de la temperatura corporal, alteraciones gastrointestinales (nauseas, diarreas y vómitos); trastornos perceptivos, pérdida del equilibrio, etc. Estos efectos se inician entre 25 y 30 minutos después de la ingestión, pudiendo durar hasta 6 horas.
La legislación respecto a los hongos psilocibos es ambigua, ya que tanto su tenencia en ciertas cantidades como su comercialización están prohibidas, pero no hay nada que evite la gente vaya al bosque y se coma algunas setas.
Espero que la montaña no se llene ahora de yonkis, ya que tendré que dejar de hablar de estas cosas tan interesantes xD.
La legislación respecto a los hongos psilocibos es ambigua, ya que tanto su tenencia en ciertas cantidades como su comercialización están prohibidas, pero no hay nada que evite la gente vaya al bosque y se coma algunas setas.
Espero que la montaña no se llene ahora de yonkis, ya que tendré que dejar de hablar de estas cosas tan interesantes xD.