La forma plana de la cabeza del pez martillo (Sphyrna mokarran) le ofrece a éste ventajas hidrodinámicas: una alevada capacidad de maniobra y un menor esfuerzo de propulsión con la cola para vencer las corrientes más fuertes. Además, cómo tiene un hocico muy amplio, los órganos sensoriales se extienden por una superfície más amplia, cosa que incrementa la percepción visual, olfativa y electroreceptora. Así, por ejemplo, sus sentidos le permiten detectar el campo magnético de sus presas predilectas, las rayas, enterradas bajo tierra.
3 de octubre de 2011
28 de septiembre de 2011
Vehículos eléctricos: ¿La Gran Estafa Ecológica?
La semana pasada vi por la tele como debatían sobre si los vehículos eléctricos son la alternativa a los que funcionan con combustibles fósiles, y de cómo éstos no producían emisiones de CO2 y otros GEI (gases de efecto invernadero) para combatir el cambio climático, los llamaban "Emisión Zero".
La verdad es que me quedé sorprendido, ya que parece ser que la gente no se plantea de dónde proviene la electricidad que estos vehículos consumen. Así que decidí hacer una pequeña investigación.
En este gráfico, vemos cómo la gran mayoría de la electricidad que consumimos en España proviene de centrales que usan combustibles fósiles para generar energía, seguida de las renovables y nucleares (casi empatadas). Así pues, un coche eléctrico seguirá consumiendo combustibles fósiles (cierto que en menor cantidad) por lo que, a la larga, no es ninguna solución, a no ser que un país dependa única y exclusivamente de fuentes de energía renovables (una utopía...al menos en España). Esto significa que por cada kWh que consumimos a través de los enchufes, emitimos 0,39 kg de CO2 y 0,42 mg de residuos radioactivos, por lo que un coche eléctrico (que consume de media, según wikipedia, unos 15kWh "del enchufe" cada 100 km) emitiría de forma indirecta 58 gCO2/km, aproximadamente la mitad que un coche convencional en la actualidad, con el extra de que éste ayudará a aumentar las emisiones de elementos radioactivos por la electricidad generada en las térmicas nucleares. Obviamente, estos valores dependerán del país en que nos encontremos. Sin ir más lejos, en Francia las emisiones de GEI derivadas de los coches eléctricos serían menores, pero en cambio si todos los coches del país se alimentasen de la electricidad propia generada, no hace falta decir que ocurriría teniendo en cuenta que el 75% de la energía eléctrica de Francia proviene de las nucleares.
De éste modo, vemos como el concepto de "Emissión Zero" no es mas que un simple engaño para intentar atraer a la "gente moderna con mentalidad ecológica".
A parte, no se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
Así que mi bajo punto de vista, invertir en vehículos eléctricos no es la solución, al menos a largo plazo, más aun cuando existen otras alternativas, especialmente los vehículos de hidrógeno, el cual creo que se acabará imponiendo tarde o temprano.

En este gráfico, vemos cómo la gran mayoría de la electricidad que consumimos en España proviene de centrales que usan combustibles fósiles para generar energía, seguida de las renovables y nucleares (casi empatadas). Así pues, un coche eléctrico seguirá consumiendo combustibles fósiles (cierto que en menor cantidad) por lo que, a la larga, no es ninguna solución, a no ser que un país dependa única y exclusivamente de fuentes de energía renovables (una utopía...al menos en España). Esto significa que por cada kWh que consumimos a través de los enchufes, emitimos 0,39 kg de CO2 y 0,42 mg de residuos radioactivos, por lo que un coche eléctrico (que consume de media, según wikipedia, unos 15kWh "del enchufe" cada 100 km) emitiría de forma indirecta 58 gCO2/km, aproximadamente la mitad que un coche convencional en la actualidad, con el extra de que éste ayudará a aumentar las emisiones de elementos radioactivos por la electricidad generada en las térmicas nucleares. Obviamente, estos valores dependerán del país en que nos encontremos. Sin ir más lejos, en Francia las emisiones de GEI derivadas de los coches eléctricos serían menores, pero en cambio si todos los coches del país se alimentasen de la electricidad propia generada, no hace falta decir que ocurriría teniendo en cuenta que el 75% de la energía eléctrica de Francia proviene de las nucleares.
De éste modo, vemos como el concepto de "Emissión Zero" no es mas que un simple engaño para intentar atraer a la "gente moderna con mentalidad ecológica".
A parte, no se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
- Se tendrían que modificar todos los parkings para poder cargar los vehículos.
- Si tuviésemos que “repostar” en una estación de servicio (que ya las hay preparadas para vehículos eléctricos) , ¿estaríamos dispuestos a esperar largas horas para cargar el vehículo? Y ni te digo como tengamos que hacer cola.
- También estamos limitados por la corta autonomía de las baterías, las cuales, al ser de Litio, significa una gran destrucción de entornos naturales para su obtención.
- Además, tenemos que tener en cuenta que la eficiencia de la batería dependerá de la temperatura del entorno, y que a la larga, ésta tiene que ser sustituida por una nueva.
Así que mi bajo punto de vista, invertir en vehículos eléctricos no es la solución, al menos a largo plazo, más aun cuando existen otras alternativas, especialmente los vehículos de hidrógeno, el cual creo que se acabará imponiendo tarde o temprano.
25 de septiembre de 2011
"Salmo trutta" vs. "Oncorhynchus mykiss"

¿A favor, o en contra de la trucha arco-iris Oncorhynchus mykissi en nuestros ríos?
Hoy en día, en una suma considerable de ríos españoles encontramos a esta especie - introducida con el fin de repoblar los ríos para la practica de la pesca - que comparte hábitat, en determinados tramos de algunos de estos cursos de agua, con la trucha fario o común Salmo trutta la cual acostumbra a salir peor parada al tener que compartir aguas con esta especie como es la trucha arco-iris.
Así que la pregunta es: ¿Son necesarias las repoblaciones con esta especie para satisfacer las necesidades del pescador? Yo, como pescador diría que no. Mucha gente estará de acuerdo con mi respuesta y como es lógico, mucha otra discrepará de mi contestación, pero no es más que eso, una opinión, yo no decido con que especie voy a repoblar los ríos de mi comunidad autónoma como en el caso de Aragón, donde el DGA (Gobierno de Aragón), ha prohibido en este año 2011 la repoblación de sus ríos con dicha especie con tal de lograr recuperar la trucha autóctona, cosa que es normal que se quiera conseguir.
Con este artículo lo que quiero conseguir es que vosotros, seguidores de Ambiweb y ambientólogos deis vuestra opinión, desde un punto de vista “científico” sobre como se deberían tratar nuestros ríos a la hora de manipularlos con especies como estas con el fin de repoblarlos.
Hoy en día, en una suma considerable de ríos españoles encontramos a esta especie - introducida con el fin de repoblar los ríos para la practica de la pesca - que comparte hábitat, en determinados tramos de algunos de estos cursos de agua, con la trucha fario o común Salmo trutta la cual acostumbra a salir peor parada al tener que compartir aguas con esta especie como es la trucha arco-iris.
Así que la pregunta es: ¿Son necesarias las repoblaciones con esta especie para satisfacer las necesidades del pescador? Yo, como pescador diría que no. Mucha gente estará de acuerdo con mi respuesta y como es lógico, mucha otra discrepará de mi contestación, pero no es más que eso, una opinión, yo no decido con que especie voy a repoblar los ríos de mi comunidad autónoma como en el caso de Aragón, donde el DGA (Gobierno de Aragón), ha prohibido en este año 2011 la repoblación de sus ríos con dicha especie con tal de lograr recuperar la trucha autóctona, cosa que es normal que se quiera conseguir.
Con este artículo lo que quiero conseguir es que vosotros, seguidores de Ambiweb y ambientólogos deis vuestra opinión, desde un punto de vista “científico” sobre como se deberían tratar nuestros ríos a la hora de manipularlos con especies como estas con el fin de repoblarlos.
22 de septiembre de 2011
Os presento el kakapú

Este ave se ha convertido en un emblema de la biodiversidad de Nueva Zelanda. Antes de la llegada de los europeos, era un pájaro muy abundante, pero, debido a los depredadores que éstos introdujeron, sus poblaciones se vieron seriamente afectadas, ya que el kakapú es el único loro del mundo que no puede volar, por lo que resulta una presa demasiado fácil (además de ser también el loro más gordo).
Su población llegó al punto crítico en la década de 1990, cuando sólo quedaban 49 individuos. Hoy, gracias a un ejemplar proyecto de conservación, se ha conseguido incrementar la población hasta 129 individuos.
E aquí un ejemplo de uno de los múltiples efectos negativos que tiene la introducción de especies alóctonas, acompañado de otro gran ejemplo de cómo llevar a cabo una buena gestión de biodiversidad.
Si queréis saber más (hábitat, reproducción, alimentación, escuchar los sonidos que emite, etc.) visitad la web de Kakapo Recovery.
17 de septiembre de 2011
¿Por qué...hay tantas medusas en el Mediterráneo?
En mis últimos años veraneando en las playas de la Costa Brava, pero sobretodo en la Costa Daurada, he visto plagas de medusas muy próximas a la línea de costa cuando cogía un patinete para dar una vuelta por el mar.
Las posibles causas de la aparición de plagas en el Mediterráneo pueden ser varias, como por ejemplo la disminución de lluvias y el aumento de la radiación solar, que hace que haya menos aporte de agua dulce en las zonas litorales, por lo que, la diferencia de salinidad entre las aguas costeras y las de mar abierto donde se reproducen las medusas, es menor. De esta manera se pueden acercar a las costas, sin miedo a perder flotabilidad por una menor densidad del agua.
Se podría decir que otro motivo es la contaminación por hidrocarburos: la degradación de los hidrocarburos es realizada por bacterias que sirven de alimento a los copépodos (crustáceos muy pequeños), que son uno de los principales alimentos de las medusas.
Y para terminar, posiblemente la causa más importante, la explotación pesquera. Al haber menos peces, la cantidad de plancton en el mar es mayor, por lo que las medusas tienen más comida disponible al no tener competencia, por lo que proliferan más y además se hacen más grandes. Además la pesca, también favorece la disminución de los depredadores de medusas, como por ejemplo, los atunes.
Es decir...la causa principal es (directa o indirectamente) la actividad antrópica. Que curisoso, no? Nosotros nos quejamos de que proliferan plagas de medusas que perturban nuestras vacaciones veraniegas...y realmente somos nosotros los que lo estamos provocando.
Las posibles causas de la aparición de plagas en el Mediterráneo pueden ser varias, como por ejemplo la disminución de lluvias y el aumento de la radiación solar, que hace que haya menos aporte de agua dulce en las zonas litorales, por lo que, la diferencia de salinidad entre las aguas costeras y las de mar abierto donde se reproducen las medusas, es menor. De esta manera se pueden acercar a las costas, sin miedo a perder flotabilidad por una menor densidad del agua.
Se podría decir que otro motivo es la contaminación por hidrocarburos: la degradación de los hidrocarburos es realizada por bacterias que sirven de alimento a los copépodos (crustáceos muy pequeños), que son uno de los principales alimentos de las medusas.
Y para terminar, posiblemente la causa más importante, la explotación pesquera. Al haber menos peces, la cantidad de plancton en el mar es mayor, por lo que las medusas tienen más comida disponible al no tener competencia, por lo que proliferan más y además se hacen más grandes. Además la pesca, también favorece la disminución de los depredadores de medusas, como por ejemplo, los atunes.
Es decir...la causa principal es (directa o indirectamente) la actividad antrópica. Que curisoso, no? Nosotros nos quejamos de que proliferan plagas de medusas que perturban nuestras vacaciones veraniegas...y realmente somos nosotros los que lo estamos provocando.
15 de septiembre de 2011
Mira mamá!! Un Águila!!...PUES VA A SER QUE NO!!
Un día de Agosto estaba yo regresando de un censo de perdiz nival (Lagopus mutus) en el Pirineo de Lérida, cuando paramos un momento por el camino para gravar unas imágenes para un reportaje de éstos censos (el cual saldrá en DVD en unos meses). En ese momento, un buitre leonado (Gyps fulvus) sobrevoló nuestras cabezas a escasos 40 metros. Algunos de nosotros, nos quedamos mirándolo sin decir nada (era una imagen a la que estábamos demasiado acostumbrados), cuando de repente, se oyó un grito detrás de nosotros: “Mira mamá!! Un águila!!”, a lo que un grupo numeroso de gente (eran dos familias) contestaron con euforia: “Sí, sí, sí!! Míralo, míralo!!”.
En ese momento nos quedamos mirando unos a otros dejando ir una pequeña sonrisa, un gesto que ya lo decía todo. Realmente, algunos queríamos decirles que se equivocaban, que eso en realidad era un buitre, pero claro, quiénes éramos nosotros para ir allá de repelentes y cortarles el rollo?
Es por eso que mi intención de hoy es la de enseñaros como podemos diferenciar entre los 3 grandes rapaces presentes en los Pirineos (los únicos que superan los 2 metros de envergadura, algunos llegando casi a los 3) únicamente a través de su silueta.
Estas tres bestias pardas a las que me refiero son el ya mencionado buitre leonado (Gyps fulvus), el águila real (Aquila chrysaetos) y el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Cómo ya os he dicho, son inconfundibles (en los Pirineos) con el resto por su gran tamaño...son las típicas bestias enormes que vemos planeando los cielos en busca de comida.
El más fácil de ver es el buitre leonado ya que supera los 20 mil individuos distribuidos por toda España, seguida de el águila real, con una población ligeramente superior a los 1000 pp. reproductoras y de distribución parecida a la del buitre leonado pero más extendida, y finalmente, el difícilmente visible quebrantahuesos, con una población centrada exclusivamente en los Pirineos, que no llega ni a las 100 pp. reproductoras.
Así pues, aquí os dejo con sus siluetas (especialmente hay que fijarse en la cola) y sus envergaduras, para que si algún día os cruzáis con una de estas rapaces, y uno de vuestros amigos o familiares exclama: “¡¡Un Águila!!”, les dejéis flipando al decirles que en realidad se trata de un buitre (o quebrantahuesos) mientras le explicáis las diferencias entre sus formas.

Buitre Leonado (Gyps fulvus)
Envergadura: 225-290 cm.
Cola corta y redondeada.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
Envergadura: 234-280 cm.
Cola en forma de rombo.
Águila Real (Aquila chrysaetos)
Envergadura: 188-230 cm.
Alas más estrechas, cola redondeada y alargada (más destacada) y cabeza más salida (todo comparado con el buitre).
Y si queréis ir en su búsqueda, aquí os dejo con su imagen real y su distribución:
En ese momento nos quedamos mirando unos a otros dejando ir una pequeña sonrisa, un gesto que ya lo decía todo. Realmente, algunos queríamos decirles que se equivocaban, que eso en realidad era un buitre, pero claro, quiénes éramos nosotros para ir allá de repelentes y cortarles el rollo?
Es por eso que mi intención de hoy es la de enseñaros como podemos diferenciar entre los 3 grandes rapaces presentes en los Pirineos (los únicos que superan los 2 metros de envergadura, algunos llegando casi a los 3) únicamente a través de su silueta.
Estas tres bestias pardas a las que me refiero son el ya mencionado buitre leonado (Gyps fulvus), el águila real (Aquila chrysaetos) y el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Cómo ya os he dicho, son inconfundibles (en los Pirineos) con el resto por su gran tamaño...son las típicas bestias enormes que vemos planeando los cielos en busca de comida.
El más fácil de ver es el buitre leonado ya que supera los 20 mil individuos distribuidos por toda España, seguida de el águila real, con una población ligeramente superior a los 1000 pp. reproductoras y de distribución parecida a la del buitre leonado pero más extendida, y finalmente, el difícilmente visible quebrantahuesos, con una población centrada exclusivamente en los Pirineos, que no llega ni a las 100 pp. reproductoras.
Así pues, aquí os dejo con sus siluetas (especialmente hay que fijarse en la cola) y sus envergaduras, para que si algún día os cruzáis con una de estas rapaces, y uno de vuestros amigos o familiares exclama: “¡¡Un Águila!!”, les dejéis flipando al decirles que en realidad se trata de un buitre (o quebrantahuesos) mientras le explicáis las diferencias entre sus formas.

Buitre Leonado (Gyps fulvus)
Envergadura: 225-290 cm.
Cola corta y redondeada.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
Envergadura: 234-280 cm.
Cola en forma de rombo.

Envergadura: 188-230 cm.
Alas más estrechas, cola redondeada y alargada (más destacada) y cabeza más salida (todo comparado con el buitre).
Y si queréis ir en su búsqueda, aquí os dejo con su imagen real y su distribución:
Buitre Leonado (Gyps fulvus)
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
Águila Real (Aquila chrysaetos)
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